Mantener una alimentación saludable puede ser todo un desafío, especialmente cuando se trata de comer fuera. A menudo, los restaurantes están llenos de opciones tentadoras y no siempre alineadas con nuestros objetivos nutricionales. Sin embargo, comer fuera no tiene que significar comprometer una dieta equilibrada. Con un poco de preparación y algunos trucos, es posible encontrar y elegir opciones saludables incluso en los restaurantes más convencionales. Aquí te ofrecemos algunas estrategias para superar este desafío.
1. Investiga con Anticipación
Antes de salir a comer, investiga el menú del restaurante en línea. La mayoría de los establecimientos tienen sus menús disponibles en sus sitios web o en plataformas de reseñas. Busca opciones que se ajusten a tus necesidades dietéticas y, si tienes dudas, no dudes en llamar al restaurante para preguntar sobre sus ingredientes y métodos de preparación. Algunos restaurantes incluso tienen secciones dedicadas a comidas saludables o alternativas bajas en calorías.
2. Elige Restaurantes con Opciones Saludables
No todos los restaurantes son iguales en términos de opciones saludables. Opta por aquellos que tienen una reputación por ofrecer platos balanceados y nutritivos. Restaurantes vegetarianos, veganos y aquellos que se enfocan en comida orgánica o de granja a mesa suelen tener una variedad de opciones saludables. También, muchos restaurantes de cocina étnica, como los japoneses y mediterráneos, ofrecen platos naturalmente saludables como sushi, ensaladas, y opciones a la parrilla.
3. Personaliza tus Pedidos
No tengas miedo de personalizar tu orden. La mayoría de los restaurantes están dispuestos a hacer ajustes para satisfacer las necesidades dietéticas de sus clientes. Pide que se cocinen al vapor o a la parrilla en lugar de fritos, y solicita aderezos y salsas aparte para controlar la cantidad que consumes. Además, puedes pedir sustituciones, como ensaladas o vegetales en lugar de papas fritas.
4. Controla las Porciones
Las porciones en los restaurantes suelen ser mucho más grandes que las que necesitamos. Considera compartir un plato con un amigo o pedir una mitad para llevar antes de comenzar a comer. También, puedes optar por pedir un aperitivo y una ensalada en lugar de un plato principal, lo que te permitirá controlar mejor la cantidad de comida que consumes y asegurarte de incluir vegetales en tu comida.
5. Mantente Hidratado
Es fácil confundir la sed con el hambre, especialmente cuando estamos rodeados de comida tentadora. Asegúrate de beber suficiente agua antes y durante la comida. Evita las bebidas azucaradas y los cócteles cargados de calorías; en su lugar, opta por agua con limón, té sin azúcar, o una copa de vino tinto, que tiene beneficios antioxidantes.
6. Aprende a Leer el Menú
Aprender a leer entre líneas en los menús puede ser muy útil. Palabras como «empanizado», «cremoso», «al gratén» o «en salsa» generalmente indican platos con más grasas y calorías. En su lugar, busca términos como «a la parrilla», «al vapor», «a la plancha», «horneado» o «salteado», que suelen ser métodos de cocción más saludables.
7. No Temas Preguntar
No dudes en preguntar sobre la preparación de los alimentos. Pregunta cómo se cocina el plato y si se pueden hacer cambios para que sea más saludable. Los camareros están acostumbrados a estas preguntas y la mayoría de los chefs están dispuestos a hacer ajustes razonables.
8. Mantén el Balance
Si sabes que vas a comer fuera, equilibra tus otras comidas del día. Si planeas una cena que podría ser más indulgente, opta por un desayuno y un almuerzo más ligeros y llenos de vegetales y proteínas magras. Esto te ayudará a mantener el equilibrio general de tu ingesta nutricional.
Conclusión
Comer saludable en los restaurantes puede parecer una tarea difícil, pero con estos consejos, estarás mejor equipado para tomar decisiones informadas y mantener tus objetivos de salud. La clave está en la planificación, la personalización y la moderación. Así que, la próxima vez que salgas a comer, recuerda que con un poco de esfuerzo y conocimiento, puedes disfrutar de una deliciosa comida sin sacrificar tu bienestar. ¡Buen provecho!