Metales pesados y su relación con los alimentos
Muchos tipos de alimentos pueden estar contaminados con metales pesados, lo cual implica un gravísimo riesgo para tu salud. Como consumidor, es importante que sepas cuáles son los alimentos que tienen más probabilidades de sufrir este tipo de contaminación. Si bien no será necesario que los excluyas de tu dieta, deberás poner mucha atención en las condiciones de producción.
¿Qué efectos tienen los metales pesados sobre la salud?
Cuando existen una exposición prolongada a metales pesados (cadmio, mercurio, plomo y arsénico), éstos se acumulan en el organismo y pueden producir diversos problemas de salud:
– Mutaciones que conducen al desarrollo de cáncer.
– Daños hepáticos y renales, ya que los metales pesados tienden a acumularse en estos órganos encargados de la depuración.
– Enfermedades neurológicas. En niños causan retraso del desarrollo intelectual.
– Patologías cardiovasculares.
– Trastornos respiratorios.
– Anemia y otros trastornos de la sangre.
– Osteoporosis y otras alteraciones del metabolismo óseo.
– Problemas de fertilidad y disminución del deseo sexual (libido).
– Lesiones en la piel.
– Abortos espontáneos, embarazos de riesgo y alta prevalencia de enfermedades congénitas.
¿Qué alimentos pueden estar contaminados con metales pesados?
Se han encontrado niveles elevados de metales pesados en carnes, cerveza, pescados, vísceras, leche, hortalizas, algas y cereales (principalmente arroz integral). Las fuentes de agua también suelen contener niveles peligrosos de estos metales tóxicos.
Es recomendable realizar un análisis para evaluar la presencia de metales pesados en el agua de consumo humano y, si el resultado es preocupante, optar por otras fuentes de agua. También es posible instalar filtros purificadores que contribuyan a reducir los niveles de arsénico y de otros metales pesados en el agua que se utiliza como bebida y para elaborar alimentos.
El problema radica en que el agua que se utiliza para regar vegetales, criar peces o darle de beber al ganado, también puede estar contaminada por metales tóxicos. Consecuentemente, estos compuestos nocivos pasarán a la carne, las vísceras, la leche, las hortalizas (lechuga, col, brócoli, patata) o los cereales. Es por esto que resulta tan difícil reducir el nivel de exposición a los metales pesados y aumentan cada vez más las enfermedades vinculadas a la acumulación de estos elementos en el cuerpo.
Los alimentos ecológicos son más seguros para la salud porque contienen una cantidad significativamente menor de metales pesados. Por ello, una dieta basada en comestibles orgánicos es una de las medidas claves para reducir la exposición a estos compuestos.
Los metales pesados no solo ingresan al cuerpo por ingestión, sino que muchos lo hacen por inhalación o por vía dérmica (contacto con la piel).
¿Existen alimentos que ayudan a eliminar los metales pesados del organismo?
Las decisiones más importantes que puedes tomar como consumidor para reducir la ingesta de metales tóxicos son:
1) Comprar alimentos ecológicos.
2) Asegurarte de tener una fuente de agua segura para consumo humano.
Como una medida complementaria, puedes aumentar el consumo de alimentos que contienen nutrientes “quelantes” que se unen a los metales pesados y ayudan a eliminarlos del organismo. La clorofila, la vitamina C, la alicina (presente en el ajo), el glutatión y el magnesio reducen el impacto negativo de estos compuestos tóxicos sobre la salud humana.
Los alimentos recomendados para eliminar los metales pesados porque contienen uno o varios de los nutrientes mencionados anteriormente son:
– Ajo (alicina y glutatión)
– Algas, principalmente spirulina y chlorella (magnesio y clorofila). Aclaración: Las algas SIEMPRE deben ser de producción ecológica porque es muy común la contaminación con mercurio, cadmio, arsénico y/o plomo.
– Cilantro (clorofila y vitamina C)
– Cítricos (vitamina C)
– Espinaca (clorofila y glutatión)
– Tomate (glutatión)